
La adolescencia es un momento de cambio y, como tal crisis que es, puede suponer un reto para los chicos y sus familias.
La formación de la propia identidad, el duelo por la niñez perdida, los cambios físicos, … hacen a los chicos especialmente vulnerables a vivir un sufrimiento psíquico que puede conducirles a problemas como:
adicciones,
trastornos del comportamiento alimentario,
trastornos de conducta,
desmotivación y fracaso en el área académica, etc.
Desde el Vínculo, además de acompañarlos de forma individual según sea la problemática, buscamos fortalecer relaciones de confianza por medio de elementos esenciales para los jóvenes como son la música, las relaciones sociales en las actividades grupales u otros modelos más participativos y creativos que les permitirán transitar por un camino de desarrollo saludable a través de esta complicada etapa.