

La ansiedad es un mecanismo que se pone en marcha para “defendernos” de situaciones amenazantes. Un cierto nivel de ansiedad es normal, incluso beneficioso.
El problema surge cuando este mecanismo fisiológico genera una respuesta de alerta desmesurada ante estímulos inofensivosy mantenida en el tiempo sin que haya una situación de peligro real, interfiriendo en la vida normal de la persona, en su rendimiento y sus relaciones sociales.
La ansiedad clínica aparece, pues, cuando ésta deja de ser adaptativa, ocasionando no sólo un gran sufrimiento psíquico, sino procesos fisiológicos que son un factor de riesgo para el inicio o la evolución negativa de enfermedades y síntomas.
Las manifestaciones de la ansiedad son preocupación, anticipación, hipervigilancia, temor, inseguridad, sensación de pérdida de control y percepción de cambios cardíacos y respiratorios, entre otros.