
La musicoterapia, muy especialmente, así como el resto de terapias creativas son particularmente beneficiosas en el tratamiento de niños con trastorno del espectro autista.
La conexión que se genera a través de la música crea un vínculo que une de manera muy profunda al niño y al terapeuta propiciando un espacio y un momento ideales para avanzar en los procesos de comunicación verbal y no verbal y potenciar el fortalecimiento de sus relaciones con otras personas.