
El ritmo es algo fundamental en nuestras vidas. Nos creamos en el ritmo y toda nuestra vida está inmerso en él: los latidos de nuestro corazón, nuestra respiración, el caminar, …
Los niños con TDAH tienen una especial dificultad para centrarse y seguir los ritmos de la vida que les rodea.
A través de una intervención integrada, con un papel primordial de la música y sus elementos, podemos ayudarles a adaptarse a los requerimientos del entorno que les rodea.